La evolución de la tecnología aplicada a la seguridad ha dado paso a soluciones más eficientes, rápidas y seguras. Entre ellas, destacan los sistemas de cierre sin contacto, una alternativa cada vez más utilizada en accesos comunes como portales de edificios, oficinas, centros educativos o instalaciones compartidas. Su principal ventaja es permitir el acceso sin necesidad de contacto físico, lo que mejora la experiencia del usuario y reduce el desgaste de los componentes.

¿Qué es un sistema de cierre sin contacto?

Se trata de un mecanismo que permite abrir puertas o accesos sin insertar una llave ni tocar directamente un panel o cerradura. En su lugar, se utilizan tecnologías de proximidad que identifican al usuario a través de credenciales electrónicas. Esto puede incluir:

  • Tarjetas RFID o NFC
  • Llaveros inteligentes (tags)
  • Pulseras de acceso
  • Dispositivos móviles con apps o códigos QR
  • Reconocimiento facial o de huella sin contacto

El sistema detecta la presencia autorizada y acciona el mecanismo de apertura de forma automática, rápida y segura.

Dónde se aplican con mayor frecuencia

  • Portales de comunidades residenciales
  • Entradas a edificios de oficinas o coworking
  • Accesos a gimnasios, clubes o instalaciones deportivas
  • Puertas de hospitales o clínicas
  • Zonas restringidas en empresas o industrias

En todos estos casos, los usuarios necesitan acceso frecuente, pero controlado. Los sistemas sin contacto agilizan el paso y permiten llevar un control digital de ingresos sin complicaciones.

Beneficios principales de este tipo de cierre

1. Mayor higiene y prevención de contagios
Especialmente tras la pandemia, se busca evitar el contacto con superficies compartidas. Estos sistemas eliminan la necesidad de tocar botones, cerraduras o manillas, promoviendo entornos más seguros.

2. Comodidad y rapidez de acceso
Solo acercando el dispositivo al lector o pasando cerca con una app activa, la puerta se abre. Esto resulta útil para personas mayores, niños o usuarios con discapacidad, así como en momentos de carga o prisa.

3. Control de accesos en tiempo real
Muchos sistemas permiten saber quién ha entrado, a qué hora y con qué tipo de autorización, lo que mejora la trazabilidad y la seguridad general del lugar.

4. Reducción de duplicados no autorizados
A diferencia de las llaves físicas, las tarjetas o credenciales electrónicas son más difíciles de copiar. Además, pueden anularse o reprogramarse en segundos, sin necesidad de cambiar el sistema completo.

5. Integración con sistemas domóticos o de videovigilancia
Estos cierres pueden combinarse con cámaras, alarmas o automatismos, creando un entorno más seguro y eficiente.

Tipos de tecnología más comunes

  • RFID de baja o alta frecuencia
  • Bluetooth de bajo consumo (BLE)
  • Reconocimiento biométrico sin contacto
  • Códigos QR temporales
  • Aplicaciones móviles con acceso remoto

Consideraciones al implementar uno de estos sistemas

  • Evaluar el flujo de personas y los horarios de mayor tránsito.
  • Asegurar una fuente de energía estable o respaldo en caso de cortes.
  • Establecer un protocolo de acceso para visitas o servicios temporales.
  • Capacitar a los residentes o empleados para el uso correcto del sistema.
  • Reforzar la ciberseguridad si se emplean dispositivos conectados a red.

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